Paula Buriticá era la perfecta abogada exitosa. Había decidido por años ignorar su fuerte conexión espiritual que había emergido cuando era muy pequeña. Un día decidió dejar su trabajo y hacer un cambio radical. Tomó su carro y salió a recorrer Suramérica. En su viaje se encontró con ella misma, y con el dolor que llevaba guardado desde que asesinaron a su hermana cuando ella apenas tenía 13 años. En ese viaje volvió a abrir sus canales, pudo resignificar, perdonar y sanar. Acá nos cuenta su historia y cómo es posible lograrlo.