A dos años de su adopción como moneda de curso legal en El Salvador, el bitcóin va perdiendo fuerza y ha dejado de ser una opción de pago. El servicio de agua ya no se puede pagar con la criptomoneda, y en varios comercios privados no cuentan con la máquina con la que se hacen las transferencias. Mientras tanto, la Asamblea Legislativa aprobó $1.8 millones para la Agencia Administradora de Fondos Bitcóin, de la que no existen mayores detalles de cuál será su función y del uso que le dará a esos fondos.
Una crónica de Loida Martínez Avelar, narrada por Óscar Luna