Agradecer por los "no" es reconocer que cada rechazo es una dirección hacia algo mejor. Cada negativa nos enseña lecciones valiosas, fortalece nuestra determinación y nos guía hacia caminos más alineados con nuestro crecimiento y propósito. Agradecer por los "no" es abrirnos a nuevas oportunidades y confiar en que cada camino nos lleva exactamente donde necesitamos estar.