Practica la Auto-compasión: Reconoce tus heridas y permítete sentir el dolor, pero no te quedes atrapado en él. Mereces sanidad y paz.
Cambia el Enfoque: En lugar de centrarte en lo que te hicieron, concéntrate en cómo puedes crecer y sanar a partir de esa experiencia.
Elige la Paz: Pregúntate qué es lo que más valoras: ¿mantener el rencor o encontrar la paz interior? Permítete elegir lo que realmente te beneficia.