La noticia del pacto en las sombras se dispersó muy rápido entre los artreanos quienes lejos de sentir vergüenza o desapruebo, miraron con empatía la decisión del Emperador. Una chispa de esperanza corría por las venas de algunos cauti vos, y otros más saboreaban la venganza de sus familiares ase sinados. Activistas de los cuatro puntos cardinales se ofrecieron como voluntarios para liberar a los terrores.