a unidad entre los creyentes sirve como un poderoso testimonio al mundo. Jesús oró en Juan 17:21:
"para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros;
para que el mundo crea que tú me enviaste". La unidad visible en la comunidad de fe muestra al mundo
el amor de Dios y su poder transformador.
La unidad es fundamental para el crecimiento de la fe, ya que proporciona amor, apoyo, diversidad,
testimonio, crecimiento espiritual colectivo y sabiduría. Al buscar y fomentar la unidad en nuestras
comunidades de fe, estamos cumpliendo el mandato de Cristo y fortaleciendo el cuerpo de Cristo para
que pueda crecer y prosperar en el amor y la verdad de Dios.
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