Una descripción aterradora del infierno ofreció, en los años 90, un hombre que pasó por un coma. Fue tanta la gravedad que presentó tras sufrir a un accidente de tránsito, que los médicos pensaban que no sobreviviría.
Clifford Hoyt, en ese entonces de 31 años, contó a doctores y a enfermeras lo que vio en el infierno. Dijo que lo perseguían, lo torturaron y que había un olor realmente nauseabundo.Lo más impactante de su narración: “Unos brazos no dejaban de perseguirme.
"Vi almas en pena que ardían en las llamas”.