Hola Alejandro, hace 2 años, mi mundo se vino abajo cuando mi padre falleció inesperadamente.
Él siempre fue mi roca, mi guía, y su muerte dejó un agujero profundo en mi corazón.
Antes de partir, sin embargo, hizo una promesa que se convirtió en mi única fuente de consuelo en medio de mi dolor inmenso.
Me aseguró que, si fuera posible, me enviaría una señal desde el más allá para demostrarme que aún estaba cerca.
Pasaron las semanas y los meses, y la tristeza seguía agarrada a mí como una sombra persistente. Mi mente estaba llena de recuerdos de él: su risa, su voz tranquilizadora, sus consejos sabios. Anhelaba con todo mi ser que cumpliera su promesa y me mostrara que aún existía algún tipo de conexión entre nosotros.