No eres lo negativo que te ha pasado en tu vida. Eres la mujer que decidió salir de ese vaso en el que se estaba ahogando y se atrevió a verse frente al espejo. Lo cual es lo más valiente que puedes hacer: enfrentar tu realidad. Y una vez que hayas visto el reflejo de esa mujer, es hora de mostrarle a dónde puedes llegar.