En este capítulo de La Ruta de la Salud, Nat y Pau abren una conversación reveladora sobre cómo las emociones no expresadas, el estrés acumulado y los sentimientos reprimidos no desaparecen, sino que se quedan en el cuerpo, transformándose con el tiempo en malestares físicos. A través de experiencias personales y reflexiones cercanas, nos invitan a mirar hacia adentro, reconocer lo que hemos guardado y entender la importancia de liberar para sanar. Porque a veces, lo que no se dice... se siente.