Tengo 24 años y mi esposo 36. Tenemos dos hijos, uno nuestro y el otro de una relación anterior suya, y llevamos seis años de casados. El problema es que todo el tiempo se ha comportado como el clásico macho. Nuestra relación es cada vez peor por sus llegadas tardes. Tiene dos amigos que son su todo, pues ellos están más tiempo con él que sus hijos y yo; cuando intento llamarle la atención lo que obtengo es su furia. Este es su cuarto matrimonio. Yo intento con todas mis fuerzas salvarlo, pero me estoy cansando de sus múltiples descuidos y del sinfín de engaños. Aconséjeme usted ¿Qué puedo hacer?
