En este episodio, exploramos la obsesión de Andrew Neiman en Whiplash, el joven baterista decidido a sacrificarlo todo por ser extraordinario. Andrew no busca solo perfección, sino grandeza, incluso a costa de soportar el dolor físico, el desgaste emocional y la presión intensa de su maestro, Terence Fletcher. Pero esta historia refleja más que su música; es un espejo de la autoexigencia que muchos enfrentamos hoy en día.
Amilcar y Gaby nos llevan a reflexionar sobre el balance entre la ambición y el autocuidado. Hablamos de cómo la autoexigencia puede llegar a extremos en los que perdemos relaciones, salud e incluso el sentido de nosotros mismos. Este episodio plantea el cuestionamiento de hasta dónde estamos dispuestos a llegar y si, en un mundo que ahora empieza a priorizar el bienestar, aún tiene cabida el sacrificio total. ¿Cuánto nos cuesta a veces perseguir la excelencia, y qué dejamos en el camino?