Listen

Description

Muchas veces culpamos de nuestras circunstancias a la mala suerte o a las personas que nos dañaron. Sin embargo, solo nosotros somos responsables de nuestra vida.

Cuando escuchas que eres el dueño de tu propio destino, posiblemente te suene a una manida frase de superación personal. Frecuentemente nos animan a perseguir nuestros sueños y a sentirnos poderosos, pero nadie nos explica como hacerlo. Por ello, terminan convirtiéndose en expresiones vacías que no tomamos muy en cuenta.

Pero la realidad es mucho más profunda y compleja de lo que imaginas. Hacerte dueño de tu destino no es únicamente cumplir tus metas y deseos. Por el contrario, implica mirar tus partes más oscuras, aceptar tus fallos y tomar responsabilidad.

Sal del papel de víctima

Desde pequeños nos enseñan a adaptarnos al papel de víctimas. No en el sentido de dramatizar y regodearse en el sufrimiento, sino en la percepción de que yo no dirijo mi vida, las cosas me pasan a mí. Crecemos dando gracias a la suerte cuando algo nos sale bien y sintiéndonos indefensos y desdichados cuando ocurre al contrario.

Aunque no seamos totalmente capaces de percibirlo de forma consciente, sentimos que nuestra vida va a la deriva de los acontecimientos. Si tenemos un buen trabajo nos sentimos afortunados, y cuando nuestras relaciones personales no son sanas permanecemos en ellas por inercia, porque es lo que hay.