Cada día tenemos pequeños o grandes triunfos que de no ser por la Gracia de Dios no podríamos lograrlos; como cristianos sabemos que Él es quien nos bendice continuamente en todas las áreas de la vida y por ello le damos las gracias. La Biblia nos enseña acerca de la gratitud a Dios, ese acto de reconocer la ayuda del Señor para tener éxito en cualquier empeño tributándole alabanza y adoración.