El relato narra la historia de Joshua Bell, un famoso violinista que tocó de incógnito durante 45 minutos en una estación de metro de Washington, interpretando bellas piezas con un violín valioso. Pese a su destreza, solo siete personas se detuvieron brevemente a escucharlo, y logró reunir 32 dólares. El experimento, organizado por el Washington Post, buscaba explorar si en medio de la rutina cotidiana somos capaces de apreciar la belleza y el talento en contextos inesperados. La conclusión sugiere que, al estar inmersos en nuestras actividades diarias, podríamos estar pasando por alto momentos extraordinarios.