En la primera parte de este tema, reflexionamos sobre el llamado de Pablo a gloriarnos en las tribulaciones y recorrimos el proceso transformador que Dios produce en nosotros a través del sufrimiento: paciencia, carácter probado y esperanza firme (Romanos 5:3–5a).
En este episodio continuamos con el punto culminante de ese proceso: “…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5b).
Pero no solo hablaremos del amor de Dios, sino que meditaremos también en el sufrimiento de Cristo como nuestro modelo supremo, en cómo aplicar esta enseñanza a nuestras propias vidas, y terminaremos con una palabra de esperanza tanto para creyentes como para aquellos que aún no han puesto su fe en Jesús.