¿Has experimentado alguna vez esa inquietud profunda que parece filtrarse en cada área de tu vida, ese temor que susurra mentiras sobre tu valor, tu futuro, o incluso sobre el amor de Dios hacia ti?
En 1 Juan 4:18, el apóstol del amor perfecto nos ofrece una verdad que puede transformar radicalmente nuestra experiencia diaria: el amor maduro y completo de Dios no solo coexiste con la paz, sino que activamente expulsa el temor de nuestros corazones.