La poesía de Mary Oliver no solo es una "celebración a la naturaleza", sino también un posicionamiento político en el que la naturaleza se vuelve el escenario donde los conflictos se resuelven y también el horizonte en el que el sujeto poético puede mirarse, "Mirarse y ser parte; mirarse y sentirse afuera", según sus traductores. La poeta comprende que no será parte de esa eternidad y que solo podrá ser parte de ella a través del ejercicio poético de "salirse de sí". Dream work (1986) fue traducido por Patricio Foglia y Natalia Leiderman para Caleta Olivia, editorial que publicó El trabajo es sueño a principios de 2021. En esta columna, nos asomamos a algunos de los poemas que lo integran.