Cuenta la leyenda que un 25 de enero de 1995, en partido entre el Crystal Palace y el Manchester United, Eric Cantona vio la roja luego de levantar de un patadón a un jugador del equipo londinense en el minuto 3 del segundo tiempo. Luego de semejante barbaridad, y en vista de que su equipo iba perdiendo 0-1 contra los 'Diablos Rojos', los hinchas del Palace se ensañaron con cualquier cantidad de improperios hacia Cantona. Pues bien, Cantona -un bad boy como pocos- saltó a la hinchada y le metió una patada voladora (con taches como arma) a Matthew Simmons, un hincha de los 'Glaziers' que, según Cantona, hizo los comentarios más xenófobos que oyó en su vida.
Tiempo después dijo: “Patear a un fascista no se saborea todos los días. Me arrepiento de no haberle pegado más fuerte”
Hoy hablaremos de eso, de los jugadores 'Bad Boys': mala clase, toscos, pata brava, rudimentarios, ególatras; de esos que no creen en nadie.
