Mi amiga y amigo ¿Te sientes desanimado? ¿en ocasiones te preguntas si «todo esto merece la pena» y «si estamos yendo a alguna parte»? ¿sientes la tentación a desmoralizarte? Amable oyente si todo esto te pasa, no estás solo. Pablo casi desmaya, pero no cayó en la tentación del desánimo, antes bien escribió a otros cristianos que también sentían la misma tentación: no desmayamos, mejor dicho «No nos desanimamos» no estamos dispuestos a bajar las manos y abandonar el trabajo solo porque nos encontramos ocasionalmente con momentos difíciles. Entonces no nos rendiremos.