¡Bienvenidos a un nuevo episodio de Dos Bloody Marys, por favor!
En este decimoctavo episodio os traemos dos casos que a medida que los conocíamos nos parecían cada vez más parecidos, pero la verdad que son suuuuper lejanos en el espacio, aunque no en el tiempo,
Os presentamos a Ivan Milat y a Thomas Lee Dillon.
Nos vamos a Australia, donde, como decimos, solo hay arañas gigantes, canguros y gente guapa, ¡increíble! En estos parajes se cría nuestro protagonista, en una familia super numerosa y bastante problemática. Va enlazado delitos menores y condenas y la cosa va creciendo y creciendo hasta que una serie de desapariciones misteriosas empiezan a ser noticia. La policía no tiene nada, no puede relacionar uno con otro y cuando menos se lo esperan…¡aparece un cuerpo! Las evidencias son más que escabrosas, la tortura evidente y una cosa estaba super clara: un cazador andaba suelto y no estaba dispuesto a parar…
Viajamos ahora a Ohio, EEUU y vamos de cazador en cazador y tiro porque me toca. Thomas Lee Dillon era el hijo perfecto, el amigo perfecto, el vecino amable, el padre orgulloso… todo el mundo lo adoraba y su vida había sido bastante normal, y como cualquier hijo de vecino de Ohio pues tenía una afición suuuuuuper marcada y arraigada, la caza. Disfrutaba con esta afición y se jactaba de ser el mejor cazador de la zona o incluso del país, pero claro, la boquita al final hay que mantenerla cerrada y, es que, es bien conocido que por la boca muere el pez y nuestro protagonista vio como su vida perfecta se iba a la m*erda por culpa de presumir un poquito más de la cuenta… ¿qué cazaba Thomas?
Esperamos que os haya gustado este episodio y que nos comentéis qué os han parecido los casos.
¿Conocíais ambos casos?
¿Cuál os ha gustado más? Estamos abiertas a sugerencias y peticiones de futuros casos :-)
¡Nos vemos la semana que viene!