Ferandiere, cuyo origen es incierto, quizá portugués o español, publicó en 1771 suProntuario Músico para el Instrumentista de Violín y Cantor, editado por la autoridad episcopal de Málaga. En este, concretamente en su capítulo II habla de las 10 normas fundamentales para los Cantores que actúan como profesionales en las capillas musicales catedralicias. Aunque no incluye solfeos o vocalizos para los cantores, su paradigma vocal nos enmarca dentro de la práctica de los músicos profesionales en las capillas musicales de la iglesia y aquello que se considera fundamental para cantores e instrumentistas.