A Ernesto Lucena lo echaron del colegio, fue el más rumbero y peleador de su generación, pero terminó convirtiéndose en el primer Ministro del Deporte de Colombia. La vida da muchas vueltas y él ha sabido aprovechar cada una.
En esta conversación hablamos de su amor por el deporte, cómo pasó de ser un adolescente indisciplinado a un tipo metódico, deportista de alto rendimiento y abogado. También me contó sobre la creación del Ministerio del Deporte, la importancia de la inversión en atletas y cómo la neurociencia lo llevó a reflexionar sobre la vida, las emociones y el propósito.
Desde sobrevivir a la bomba del Nogal hasta recorrer 1000 km en bicicleta, Ernesto tiene una historia llena de aprendizajes, cambios y decisiones inesperadas.