Los miembros de un comité de dirección o de un consejo de administración acopian una particular responsabilidad. De sus decisiones depende el futuro de las personas implicadas en el proyecto empresarial o financiero del que se trate. Al igual que en un barco, las providencias del capitán -el CEO- y de los más altos oficiales pueden marcar la diferencia entre aproar adecuadamente y llegar a puerto o hundirse en las profundidades del océano.