Hoy leemos 2 Reyes 5, Juan 12:28–50 y Salmos 134.
Naamán fue sanado cuando soltó su orgullo. Jesús continuó Su misión aunque Su alma estuviera angustiada. Y el salmista honra a los que sirven en la noche, cuando nadie aplaude.
Este episodio es para los que creen en Dios…
pero todavía luchan con el control, la lógica, y el miedo al fracaso.
Hoy es día de rendirse… para sanar.