Hoy leemos 2 Samuel 21–22, Juan 4:1–26 y Salmos 119:81–96. Pero también recibimos una inyección de fe, una dosis de verdad, y una activación espiritual: ¡no naciste para quedarte estancado! Aunque tu alma se haya cansado, aunque sientas que ya no puedes más… Dios no ha terminado contigo. Hoy es un buen día para levantar la cabeza, caminar con propósito, y creer con fuerza: ¡Lo mejor de Dios aún está por llegar!