Como todo lugar que pisaba Diego Armando Maradona, se rejuvenece, gana notoriedad, construye confianza, crece en autoestima y afianza lazos. Uno de los lazos más fuertes entre entrenador y jugador se dio en Dorados de Sinaloa, donde el Diego y Fabián Bordagaray forjaron una relación casi de padre-hijo. En esta hermosa nota que hizo Ataque Futbolero, Bordagaray manifestó, emocionado, lo que significa para él el astro argentino y la espina clavada que tiene adentro por no haber podido abrazarlo por última vez. Para cerrar, en una declaración que provoca piel de gallina, reveló que haría apenas ingrese por las puertas del cielo y se encuentre con el 10. Escuchá esta nota a flor de piel y a corazón abierto. No te vas a arrepentir.