Queremos tener la libertad individual para decidir qué hacer, qué no y con quien/es.
Como respuesta a esto, también se habla de la necesidad de sostener relaciones libres con “responsabilidad afectiva”.
Es decir, poniendo en el centro la necesidad de construir un vínculo común y de compañerismo.
¿Amigos con derechos quizás?
Trazar un camino viable hacia la construcción de relaciones basadas en el afecto y el compañerismo, realmente libres y sanas, dentro de los marcos de una sociedad cada vez más diversa.