La producción de pieles ha disminuido en los últimos años gracias a la creciente sensibilidad respecto al bienestar animal, la preocupación por su impacto ambiental y los riesgos asociados para la salud pública. La Iniciativa Ciudadana Europea «Europa sin pieles» tiene por objeto prohibir las granjas de peletería y la venta de productos de piel en toda la Unión. Los organizadores de la iniciativa recogieron más de 1,5 millones de firmas para apoyar sus peticiones y demostrar cómo la participación ciudadana europea incide de manera directa en la elaboración de políticas de la Unión.