La seguridad alimentaria tiene por objetivo garantizar un alto nivel de protección de la salud y la vida humanas. Abarca varios aspectos, como la higiene, el etiquetado, el envasado y la trazabilidad de los alimentos. Cada año, 600 millones de personas enferman en el mundo a causa de doscientos tipos diferentes de enfermedades que pueden transmitirse a través de los alimentos.
La Unión Europea intenta prevenir estas afecciones con algunas de las normas de seguridad alimentaria más estrictas del mundo.