
Madrid es la comunidad que menos financiación aporta por estudiante universitario. Por eso, profesores y alumnos de sus seis universidades públicas han salido a la calle para reclamar la atención que, en su opinión, sí reciben las privadas y que, en la Comunidad de Madrid, duplican a las de titularidad pública. El gobierno autonómico ha anunciado un incremento de fondos, pero sigue por debajo de lo que plantea la ley estatal. La reclamación se repite en gran parte de la geografía. En España hay actualmente 96 universidades. 50 son públicas, pero la última se inauguró en 1998. Con el curso ya avanzado, ‘Informe Semanal’ analiza una situación que influye, en gran medida, en la elección de carrera y en el futuro de los estudiantes.
Pablo Rubio estudia 5º de Medicina en la Universidad de Castilla-La Mancha. Es donde quería, en la pública, pero le costó: "Me quedé con la nota un poquito justa. Entonces, empecé en otra hasta que pude reincorporarme aquí, que fue cuando se resolvió la lista de espera". Para él lo principal es la calidad de los estudios, pero la escasa oferta de plazas -como en otros tantos casos- eleva las notas de corte hasta límites "estratosféricos" y la opción que queda es estudiar en una privada. "En mi caso, ni me lo planteaba porque no nos lo podemos permitir en casa", añade Javier Moreno, también estudiante de la misma carrera en una comunidad que es casi una excepción: Castilla-La Mancha solo tiene una universidad y es pública. El Gobierno central, que ha endurecido los requisitos para abrir nuevas universidades en España, critica la proliferación de "universidades chiringuito" refiriéndose a las privadas. Enfrente, las públicas no pueden atender la demanda de estudiantes por falta de recursos.
Lo cierto es que, en los últimos 25 años las privadas se han multiplicado. Madrid encabeza la lista con 13, absorbiendo el 40% de los universitarios de toda España que estudian en campus privados. A veces, la calidad de esos estudios se pone en entredicho. Como los intereses empresariales que puede haber detrás o el elevado precio que les cuesta a las familias. Nicolás J. Casas, director general de Universidades de la CAM, asegura: "Nosotros no vamos a poner puertas al campo, no vamos a prohibir -por ser privada- a una entidad, a una persona jurídica que pueda constituirse como universidad, pero vamos a exigirle lo máximo en calidad". En contraposición, José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá de Henares y portavoz de la Conferencia de Rectores de las Universidades Madrileñas, denuncia: “Las universidades del sistema público madrileño se encuentran, ahora mismo, al límite... O la Comunidad de Madrid toma medidas y nos financia de forma adecuada o esta es, de verdad, una muerte anunciada".