
"Todos nos equivocamos cuando supusimos que el señor Milei iba a perder estas elecciones. Las ganó por goleada". Es la conclusión que saca, tras los comicios del pasado domingo, el escritor Martín Caparrós, que en los dos últimos años no ha pisado mucho su país de origen. Es uno de los mejores cronistas de la actualidad. Y, hoy, desde España, mira con preocupación hacia Argentina. Milei ha podido coger oxígeno al lograr el voto de más de nueve millones de ciudadanos, el 40% de los votos. Mucho más que en 2023, cuando ya entonces "mucha gente, muy harta, justificadamente harta, votó a un loco, que era aquel que decía "yo vengo a romper todo". Y, a partir de ahí, empezó la catástrofe", recuerda Caparrós: "Lo único en lo que está totalmente empeñado es, supuestamente, en achicar el Estado. Y su forma de hacerlo y de tener menos déficit, por el momento, es cortar la educación pública, la sanidad pública, las obras públicas...". Pero lo cierto es que una mayoría de electores le han vuelto a dar su confianza.
Con el novelista, el programa habla del presente a ambos lados del Atlántico. "En el momento actual, no hubiésemos imaginado en que toda una cantidad de cosas que dábamos ya por aceptadas, ya conquistadas, están siendo cuestionadas de nuevo”. Como la igualdad, la diversidad, la memoria.
No son pocos los que han conocido el planeta leyéndole porque sus crónicas, ampliamente recogidas en libros y en artículos de todo género, no han tenido fronteras. Él se considera un gran viajero, aunque en los últimos tiempos la ELA se lo ha puesto difícil. No duda a la hora de hablar de la enfermedad. De las certezas que constata y de las incertidumbres que provoca. Las ha reflejado en sus memorias, 'Antes que nada', su libro de memorias. Y las relata en prensa. Siempre con humor, que según él es la manera más inteligente de escudriñar el mundo: "Cómo no me voy a reír", dice. “Sería dejarme derrotar por ella, ¿no? Para mí, escribir es estar vivo. Si yo puedo sentarme ahí y escribir, bueno, me parece que sigo siendo yo. Y, quizás, no es tan malo vivir sin creer en lo increíble”.