Si conoces a Jesús, fuiste redimido el día en que lo invitaste a entrar en tu corazón y en tu vida para que se convirtiera en tu Señor y Salvador. Un día en el futuro, estaremos con Él en un cielo hermoso y lleno de placer. Experimentaremos el universo creado con los sentidos agudizados. En el cielo no te faltará de nada. Todo dolor y temor quedarán en el pasado. La presencia de Dios nos rodeará como en el Jardín del Edén.