"Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Primero y el Último". (Apocalipsis 22: 13)
Cuando se ponen los niños en fila para una actividad divertida siempre hay muchos empujones por el primer lugar en la fila. ¿Quién no quiere ser el primero? El primer puesto en una carrera o el primer puesto en una feria de ciencias. Nadie quiere llegar al final de la temporada diciendo ¡Soy el número seis! ¡Soy el número seis!
Sin embargo, Jesús dijo en la parábola del salario de un denario: "Los Últimos serán los Primeros, y los Primeros serán los Últimos". Y en otra ocasión dijo: "El que quiera ser el mayor en el reino de los cielos, ése será el servidor de todos". Esto lo dijo justo después de lavarles los pies y antes de ser llevado a la muerte. El Alfa, eligiendo ser la Omega para ti.
Llamamos a nuestros políticos "servidores públicos". Rara vez actúan así, pero eso es lo que debían ser. Servir al público. Dios nos llama a ser ciudadanos del Reino de "Después de Ti". A dejar que el otro pase primero. A ceder el asiento en el autobús. A dejar pasar al otro carro delante de ti. A ofrecerte de voluntario para el servicio de la basura en la iglesia en lugar de ser el principal.
Los más grandes a los ojos de Dios, nunca ven ningún reconocimiento de este lado de la gloria. El tipo que destapa los orinales en tu iglesia. La señora que sirvió cuarenta años en la guardería. La mayoría de la gente ni siquiera sabe sus nombres. Pero Dios sí.
Sé el que sirve. No busques la gloria para ti. Deja al otro en la fila delante de ti. Porque al hacerlo te pareces más a Cristo.
Oremos
Señor, hoy quiero parecerme a Ti. Muéstrame oportunidades para ayudar a los demás, para servir. Gracias por elegir el duro camino de la cruz. Porque al hacerlo, me permitiste un lugar en la fila. Amén
