“¿Qué intentaría hacer si supiera que no fracasaría?”.
Esa es una gran pregunta, una pregunta inspiradora. Cuando la mayoría de personas la escuchan, comienzan a soñar del nuevo. Son motivados a alcanzar sus metas y a arriesgar más.
Yo tengo una pregunta que creo que es igual de importante: ¿Qué se aprende cuando uno fracasa?
Aunque las personas normalmente están preparadas para hablar de sus sueños, no están bien preparadas para responder una pregunta acerca de sus deficiencias. A la mayoría de personas no les gusta hablar de sus errores y fracasos; no quieren confrontar sus pérdidas, pues se sienten avergonzados por ellas. Y cuando se encuentran a sí mismos sin llegar a la altura, puede que comiencen a decir algo trillado como: “A veces se gana, a veces se pierde”. El mensaje es: “Espere ganar, espere perder, y viva con los resultados sean cuales sean”. ¿Qué hay de malo en eso? ¡No es así cómo piensan los ganadores!
Las personas exitosas enfocan la pérdida de modo distinto. No intentan ocultar el fracaso bajo la alfombra; no huyen de sus pérdidas. Su actitud nunca es: A veces se gana, a veces se pierde. En cambio piensan: A veces se gana, a veces se aprende. Entienden que las mayores lecciones de la vida se obtienen de nuestras pérdidas, si las enfocamos de la manera correcta.
Maxwell, John C.. A Veces se Gana - A Veces Aprende