Cierra los ojos un momento. Respira.
¿Cuánto tiempo llevas corriendo?
Vivimos en un mundo que nos empuja a la prisa, a la productividad extrema, a sentir que si no estamos haciendo algo útil, estamos perdiendo el tiempo.
Pero, ¿y si la calma fuera la clave para todo lo que buscas? Para tomar mejores decisiones, para disfrutar de lo que ya tienes, para construir un negocio que no te consuma, sino que te nutra.
Hoy quiero invitarte a un nuevo paradigma. No se trata de correr más rápido, sino de caminar con intención. No de hacer más, sino de hacer mejor. Y sobre todo, de ser mejor.
A lo largo de mi vida he tenido muchos momentos en los que he avanzado pensando en el futuro, en hacia dónde iba, todo lo que necesitaba, esa ansiedad por vivir la vida soñada... cuando realmente ya tenemos la vida que queremos.
Todo evoluciona, todo avanza, y muchas veces no nos damos cuenta de que ya podemos permitirnos eso que algún día nos planteamos. Ya hemos avanzado en esa dirección.
Y hoy te pregunto: ¿cuándo fue la última vez que realmente paraste? No hablo de hacer una pausa mientras revisas el móvil o miras Netflix. Hablo de un verdadero alto en el camino.
La calma no es un lujo, es un derecho. Y en Notas en calma, estas nuevas píldoras, voy a reflexionar y vamos a recordarlo juntos.
Podemos permitirnos vivir desde esa calma empresarial.
Poco a poco, voy a ir profundizando y contándote el porqué de este momento. Justo ahora, después de unos meses de pausa, he tomado la decisión de lanzar este nuevo formato con el que todavía no estaba familiarizado.
Además de leerlo, si te apetece, he decidido hacerlo en audio, sin vídeo. Por facilidad, por ganas de compartir desde un espacio cercano donde puedas escuchar estas reflexiones.
Porque si algo he aprendido en este parón, en esta pausa, en este camino más lento y en calma, es que no quería quedarme todas estas reflexiones para mí.
Y ahí quiero agradecer en especial a Nacho Mülhenberg, que está mandando sus píldoras estas semanas desde Miami.
Escucharle a él me ha permitido también tomar esta decisión casi de forma precipitada. Hoy mismo he decidido ponerme delante del micrófono y hablarte, contarte mi experiencia, mis reflexiones de estos días. En gran medida, gracias a poder escucharle a él.
A lo largo de estas reflexiones, estas píldoras —o episodios, si quieres llamarlos así— voy a contarte cuáles son los aprendizajes, cómo me he sentido, cómo he ido evolucionando en este proceso hacia esa calma empresarial de la que tanto hablo.
Porque al final, Notas en calma no es más que un espacio para hacerte reflexionar a través de las reflexiones que yo mismo he tenido. Y espero que eso te ayude a conectar con esta otra forma de vivir los negocios, de enfocar la vida.
Porque esto va mucho más allá del negocio. Es cómo realmente nos planteamos vivir la vida que queremos.
Y esa es mi reflexión de hoy: la vida que queremos está mucho más cerca de lo que muchas veces pensamos.
Si miras atrás, si recuerdas cómo te imaginabas a ti mismo hace cinco, diez años, tal vez incluso un solo año, hay muchas cosas que en ese momento veías como objetivos lejanos… y que hoy ya están en tu vida. Quizá no llegaron tan rápido como hubieras querido, pero están ahí. Y ya puedes vivirlas.
Así que en esta primera píldora, quiero invitarte a reflexionar sobre todo eso que ya has conseguido, sobre todo lo que ya está en tu vida. Porque muchas veces, si no paramos, si no nos escuchamos, si no nos damos el espacio para entender hacia dónde vamos, no tenemos la capacidad de reconocer lo que hemos logrado.
Nos han hecho creer que cuanto más rápido vayamos, más avanzamos. Que si no estamos en constante movimiento, nos quedamos atrás. Pero hoy quiero recordarte que, a veces, detenerse es la única forma de realmente avanzar.
No siempre es necesario parar, pero sí es importante accionar hacia adentro. Hacer una pausa para escuchar lo que realmente necesitas, sin el ruido de la prisa, sin la presión de hacer más por hacer.
Esto es lo que he estado haciendo en las últimas semanas y, sinceramente, ha sido un reto abrumador. Estamos tan centrados en hacer, hacer, hacer que, al menos para mí, ha sido muy difícil parar.
Y si algo quiero que te lleves de esta primera píldora es esto: la inspiración, la claridad y la mejor versión de ti no aparecen en el caos, sino en los espacios que te permites crear. En esos momentos de calma, de tranquilidad, de conexión contigo mismo.
Este es el proceso en el que estoy ahora mismo. Y quiero contártelo mientras sucede, no solo cuando ya lo haya atravesado. Porque muchas veces, cuando comunicamos, lo hacemos desde el futuro: contamos lo que hemos aprendido después de haber pasado por ello. Pero en este caso, quiero compartirlo en el presente.
Así que la próxima vez que sientas que todo va demasiado rápido, pregúntate:- ¿Realmente tengo que seguir corriendo?- ¿Necesito hacer una pausa?- ¿O simplemente necesito reencontrarme con mi propio camino?
Para mí, este proceso ha significado bajar el ritmo, priorizar otras cosas y, sobre todo, escucharme.
Así que te animo a hacer lo mismo. A escucharte.
Y, por supuesto, a escucharnos en las próximas píldoras.
Hasta entonces, calma, respira... y nos vemos pronto.
