Listen

Description

Hoy quiero hablarte de una pregunta que vuelve una y otra vez, sin parar, sobre todo a lo largo del último año. Una de esas preguntas que parecen simples, pero que te remueven constantemente por dentro.

La pregunta es: ¿qué quiero ser de mayor? Y no hablo de cuando tenía seis años y decía cualquier cosa. La verdad es que cuando lo he hablado con mis padres, nunca tuve muy claro qué quería hacer. No me encapriché con nada en concreto.

Hablo de ahora, de mis 35, de cuando ya tienes experiencia, cuando ya has vivido muchas cosas, cuando has emprendido…

En mi caso, monté un negocio, lo vendí, monté otro, que ahora mismo está bastante en stand-by, pero con cositas que todavía no te voy a contar y que van a salir muy, muy breve. Pero no es el tema de hoy.

Te hablo de qué quiero ser de mayor con 35 años, pensando en los próximos años y a futuro. Y sigue apareciendo esa sensación de no saber muy bien qué quiero ser de mayor.

Sí que sé muchas cosas que quiero hacer y muchas cosas que me apetecen, pero son demasiadas. Y quizá a ti también te gustan demasiadas cosas. Y mira que no me gusta decir “demasiadas cosas”, porque no es negativo que te gusten muchas cosas.

Pero sí que tienes esa sensación de que podrías pasarte el día aprendiendo, creando, experimentando, cambiando de tema cada hora.

Y aunque eso tiene su parte maravillosa, también puede ser agotador. A veces miro mi lista, tanto mental como escrita, de intereses, de ideas, de cómo podría concentrarme en una sola dirección… y me parece totalmente imposible. Porque hay días en los que me apetece escribir, enseñar, diseñar, irme al bosque, formarme en algo nuevo, dedicarme al mundo de los negocios, dedicarme al mundo de las emergencias y protección civil… lo que sea. O simplemente tumbarme en casa.

Ayer estuve buena parte de la mañana en la bañera, de relax total. Hoy, que es jueves, lo estoy grabando jueves, me he pasado casi todo el día centrado en protección civil.

Ha habido lluvias intensas aquí en la zona de Cataluña y en Girona, y es todo de voluntario. Parece que todo eso dispersa, pero en el fondo me doy cuenta de que todo forma parte de un mismo hilo: el deseo de aportar, de ayudar, de construir algo que tenga sentido, de crear un mundo mejor, de ese contacto con el aportar al mundo.

Y al final todo tiene un sentido, pero a veces cuesta, cuesta mucho darle ese encaje dentro del día a día. Tengo la gran suerte, y lo digo muy a menudo, de poderme permitir esa flexibilidad. No todo el mundo puede, pero incluso así, a veces cuesta tomar decisiones debido a esa gran flexibilidad. Porque algunas decisiones te impiden seguir con ella, y cuesta bastante tomarlas.

En el fondo, es difícil. Tener la disponibilidad del tiempo es maravilloso, pero llegar al equilibrio de todo, que todo encaje sin renunciar a ciertas cosas, cuesta. Para mí se ha convertido en un símbolo de libertad, una libertad que no quiero perder. Pero luego, cuando empiezo proyectos o lanzo cosas, ya sabes, como emprendedor, esa libertad se reduce durante un tiempo.

También me pasa con todo lo relacionado con protección civil. Este verano estuve trabajando unas semanitas, y me apetece volver a hacerlo. Pero encajar toda esa flexibilidad con lo nuevo que va a salir en pocas semanas en VERTIOM… la verdad, no sé muy bien cómo va a encajar todo eso.

Y vuelvo a la pregunta: ¿qué quiero ser de mayor? La dificultad está en eso, en escoger, en decidir en qué enfocar tu energía cuando hay tantas cosas que te apasionan.

Porque cuando dices sí a algo, estás diciendo no a muchas otras cosas. Pero la vida es así. No te pide que elijas una sola cosa para siempre, pero sí que te pide presencia, coherencia, escucha y centrarte en algo.

Me está costando un montón este año, muchísimo, estar centrado en algo. Y también está bien. Hay que tratarse con amor. Hay momentos, como este martes, que estaba con unas buenas amigas, Alejandra y Ana, y pensaba: “¿Cómo puedo centrarme un poco más? ¿Cómo puedo entender qué quiero realmente en mi vida? ¿Qué significa esa pasión por la libertad que siempre he tenido desde pequeñito?”.

Hoy empecé la mañana antes de salir a Protección Civil haciéndome una lista de cosas que tenía escritas en distintos sitios, y lo junté todo. De hecho, es parte del método Dart Focus que trabajamos con nuestros alumnos. Y evidentemente me lo aplico a mí también. Una lista con todo ahí, aunque no tuve tiempo de acabarla.

Al final, no se trata de que esas decisiones te limiten, sino de priorizar. De entender cómo puedes hacerlas más ligeras, de saber que en el fondo no puedes hacerlo todo a la vez, pero sí puedes hacerlo todo a lo largo del tiempo, en su momento. Y ese momento llega cuando lo sientes, cuando no es una obligación, sino un llamado: “Ahora es este el momento”.

Este año está siendo un año de analizar, probar, y me apetece compartirlo contigo. Sé que si pensara en estrategia de negocio, estas Notas en calma no tendrían ningún sentido. Pero me da igual, porque así soy yo. Así se vive desde la calma empresarial: contando las cosas como son para ti, como te apetece en cada momento.

Vengo aquí cuando estoy perdido, cuando tengo las cosas claras, cuando quiero reflexionar contigo. Y sé que a veces también te sirve para reflexionar tú.

Me gustaría acabar con una reflexión que me ha venido hoy, después de pasar buena parte del día con temas de protección civil —pequeñas inundaciones, gestionando cosas en las calles, varias cositas—. Llevo ya más de 10 años como voluntario de Protección Civil, y siempre decía: “Quiero trabajar de voluntario”. Suena paradójico, pero para mí tiene todo el sentido del mundo.

Cuando algo te apasiona, le dedicarías todo el tiempo del mundo, aunque fuera sin cobrar. Y a veces compaginar eso a nivel de dinero y emocionalmente cuesta, porque mientras estás dedicando tiempo a algo, podrías estar trabajando.

Por eso, para mí también es un llamado todo el tema de protección civil, más a nivel laboral. No quiero dejar el mundo de los negocios, me gusta, me apasiona. El otro día, hablando de retiros, pensaba: “Quiero volver a hacer cosas”. Los retiros todavía no vienen, pero quiero que vuelvan a estar ahí. Y también me apetece lo otro.

Al final es eso: tener tiempo, equilibrio, serenidad, estabilidad interna más que externa. Porque casi todo lo que he hecho en los últimos años —emprender, simplificar, dejar el anterior negocio cuando lo vendí, crear espacios en calma, ayudar a otros negocios a ser más tranquilos— tiene que ver con eso: con diseñar una vida que te permita servir desde la libertad, no desde la obligación.

A veces la claridad no viene de pensar qué quieres hacer, sino de observar qué te mueve cuando lo piensas, qué es lo que realmente te mueve.

Quizá el “qué quiero ser de mayor” no sea tanto una profesión como una forma de estar en el mundo desde esa calma. No se trata de encontrar una etiqueta, sino de mantener viva esa coherencia entre lo que hago, lo que siento y lo que soy.

Así que te lanzo la reflexión: ¿qué te gustaría hacer si tuvieras toda la disponibilidad del mundo? ¿En qué pondrías tu tiempo si no tuvieras que preocuparte por nada más?

Quizá ahí esté tu respuesta. Porque muchas veces no se trata de descubrir qué quieres hacer con tu vida, sino de recordar qué harías si pudieras vivirla totalmente a tu manera.

Y si te pasa como a mí, que te gustan muchas cosas, no intentes forzarte a elegir una sola. Escucha lo que se repite, lo que vuelve una y otra vez, lo que te hace sentir en calma. Ahí estará tu dirección, aunque si te soy sincero, esa dirección va cambiando constantemente.

Yo de mayor quiero seguir sirviendo desde la calma y aportando desde la calma. Quiero tener libertad de tiempo para dedicar a todo lo que me apetezca. De eso va también emprender: de tener libertad.

Espero que cualquier pequeña decisión que tomes te enfoque a lo que signifique para ti, en cada momento, esa libertad. A veces más centrado, a veces más disperso, pero siempre con la misma intención: vivir con sentido y accionar desde la calma.

Si esta reflexión te resuena, respóndeme, coméntame o compártela con alguien que también esté en ese punto de preguntarse qué quiere ser de mayor. Porque quizá le ayude a recordar que la respuesta no está en la cabeza, sino en el corazón.

Yo tendré cuatro días de descanso, fuera de casa, sin niños. Un espacio para conectar y seguir avanzando hacia la calma empresarial.

Nos escuchamos la próxima semana en una nueva Nota en calma. Y si tú tampoco ibas a escuchar nada hoy, pero lo has hecho, gracias por quedarte hasta el final.

Te mando un fuerte abrazo,

Jordi

PS: Las transcripciones del audio que te mando en este correo las hace ChatGPT. Hoy revisándolas me pareció que quizá es bastante lio, porque pierde cierta coherencia. ¿Te son útiles? ¿Me escuchas o me lees? ¡Ya me cuentas!



This is a public episode. If you would like to discuss this with other subscribers or get access to bonus episodes, visit notasencalma.substack.com