En el capítulo de hoy, hablamos de la esperanza (muchas veces fundada) de que mañana todo será mejor.
Cuando te encuentras en un momento de esos en los que todo falla y el sistema no te hace ni P%$& caso, lo mejor es usar la vana esperanza y dejarlo para el día siguiente: ahí donde el sistema y tu mente se han reiniciado. Te lo juro que hace maravillas. Eso de "reiniciar" también funciona aquí.
Te cuento cómo identificar el momento de usar la carta de la vana esperanza y qué hacer cuando al día siguiente tampoco funciona.
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