La verdad de la milanesa es que empecé a grabar este episodio en las entrañas mismas de Los Angeles mientras iba de acá para allá, como buscando mi destino (?)
Después todo cambió y me volví al estudio Bernardo Neustad (bueh... obvio que mentira) y finalicé como un campeón.
Escuché Les Luthiers, hablé de los Oscars, del Hombre Nuclear y alguna que otra cosa más.