Cuatro años después de su magnífico "Fear and Saturday Night", al fin nos llega el nuevo trabajo del gran Ryan Bingham. Nuestro protagonista se ha tomado su tiempo, pero nos ha regalado otro enorme trabajo, rico, variado y de una longitus notable, casi 70 minutos con 15 cortes de muy diferente índole.
De esta manera Ryan toca varios palos, y de todos ellos sale claramente exitoso. Con la inestimable colaboración de la leyenda Charlie Sexton, nos entrega su disco más ecléctico, que abarca desde el blues, al rock americano, pasando por el folk más carácterístico del autor.
El álbum comienza a todo ritmo, con tres de los cortes más rockeros, encabezados por la festiva "Jingle and go" con esos coros femeninos tan presentes, la magnífica "Nothin's hold me down", y la apasionante "Pontiac", uno de mis cortes favoritos del disco.
El primer corte relajado es la bellísima "Lover girl", con unos preciosos arreglos, en el que nos encontramos al Bingham de siempre. Una de las joyas de la colección al que sigue un tema típico del amigo Ryan, la acústica "Beautiful and Kind".
"Situation Station" es un medio tiempo pegadizo y con una calidad innegable, a la que sigue la primera incursión en el blues del trabajo, "Got Damn blues" (completada posteriormente con la tórrida "Hot House"). Tras ella la amable "Time for my mind" (con ese estribillo tan pegadizo) y la no menos cercana "What would I've become".
Mi tema favorito del álbum (a día de hoy) es la maravillosa "Wolves", décima canción de la colección y que sigue la línea de "Fear and Saturday Night" o "The poet", por poner sólo dos ejemplos de enormes temas del pasado. Una tremebunda canción que acompaña a este texto.
"Blue" sigue la estela musical de su disco más difícil de realizar (por su estado anímico de aquel entonces, "Tomorrowland". Un corte lánguido y reposado que tiene su encanto, por supuesto que sí, lo mismo que le ocurre a la enigmática "Stones".
La crítica a su país aparece en los últimos minutos en "America", que da pie al último corte del trabajo, el medio tiempo "Blues Lady", dando por finalizado otro tremendo trabajo de este fundamental song-writer americano.
Es un placer volver a escuchar la voz rasgada de Bingham, un privilegio deleitarse con nuevas composiciones de su inacabable genio, y un lujo sin parangón verle en directo, como ocurrirá el próximo mes de Junio tras el anuncio de una nueva gira por nuestro país. ¿Te lo vas a perder? Yo desde luego, ni de coña.