Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre transformaciones evidentes: el útero se expande para alojar al feto en crecimiento, y los senos aumentan de tamaño en preparación para la lactancia, ciertas hormonas se disparan y aparecen náuseas, fatiga y cambios en el apetito y las emociones. La ansiedad y la preocupación sobre la salud del bebé, el parto y la futura maternidad son comunes. Esos son cambios evidentes, pero existen muchos otros que no son visibles y afectan al cerebro. Magdalena Martínez, nuestra invitada hoy en Hablando con Científicos, ha publicado recientemente un estudio que revela que el cerebro de las madres primerizas sufre disminuciones prominentes en el volumen de materia gris inducidas por el embarazo. Más información en https://cienciaes.com