Cada 365 días nos reunimos con amigos o en familia y esperamos hasta la media noche, en un ritual social que no se encuentra exento de presagios y sortilegios para la buena suerte, consumamos lazos de fraternidad en un caluroso abrazo deseando a nuestros mas cercanos un próspero año nuevo.
Esta tradición proviene de los inicios de nuestra civilización, las primeras comunidades humanas contaban el paso de los días, observaban las estaciones, las estrellas y conforme a su cultural dividían el tiempo en grupos lógicos, a fin de llevar las cuanta del tiempo trascurrido o por transcurrir, y conforme a sus tradiciones y su cultura diseñaban lo que conocemos como el calendario.
Dependiendo del avance científico de cada civilización y de elementos como sus conocimientos en astronomía surgieron diferentes calendarios y por supuesto ahora que nuestro conocimiento es mayor al respecto sobre la tierra y sus movimientos estamos listos para llegar nosotros a construir nuestra propia forma de medir el tiempo.
Así que sin más ni más, hablemos de Calendarios…
Para todos los seres humanos es clara la definición de un día, esto gracias a la rotación de la tierra que en cada amanecer hace que el sol salga por el oriente y que en cada atardecer se oculte por el occidente, y aunque estamos acostumbrados a decir que un día dura 24 horas, esta es la duración de un día sideral, es decir el tiempo que le toma a la tierra dar un giro completo sobre su propio eje.
Sin embargo debido a que la tierra no solo gira sobre si misma sino que además se va moviendo alrededor del sol cada día amanece 4 minutos mas temprano fruto de ese traslado, así que tenemos el día solar que en esencia es 4 minutos más corto que el día sideral y que debe ser compensado cada 4 años incluyendo un día bisiesto en el calendario.
Aunque este ajuste corrige la relación entre días y años, aun queda una pequeña diferencia entre la rotación de la tierra sobre si misma y el tiempo que necesita para dar una vuelta completa al sol, estoy seguro que ustedes conocen bien los años bisiestos, que son los múltiplos de cuatro con el 2016 o el 2020, pero lo que pocos conocen es que los años terminados en doble cero no son bisiestos a no ser que sean múltiplos de 400 así entonces el año 2000 fue bisiesto en tanto que el año 1900 no lo fue, ni lo será el 2100.
A estas alturas debo mencionar que este calendario se llama Gregoriano, en base que el papa Gregorio XIII en el año de 1582 promulgo su nuevo calendario en base a cálculos realizados por científicos Europeos, como ya habían pasado más de 1.500 años desde el nacimiento de cristo, base para el conteo actual que llevamos de los años además hizo pasar la fecha del jueves 4 de Octubre de 1582 al viernes 15, desapareciendo 10 días de la historia.
Esta cambio no fue inmediato, los países católicos lo hicieron tan pronto se promulgo la orden papal, los demás países Europeos se fueron adaptando con el pasar de los siglos y solo hasta el siglo 20 se unifica la fecha mundial, el calendario Gregoriano se diferencia del antiguo calendaqrio0 Juliano, llamado así porque fue propuesto por Julio Cesar, en el año 46 antes de cristo, porque incluye los días bisiestos en los años terminados en 00 que sean múltiplos de 400, como ya lo habíamos dicho, pero aun así el pequeño desfase del calendario gregoriano tendrá que ser corregido agregando un día mas en el año 3.300.
Antes de la reforma de Julio Cesar en la creación del calendario Juliano, los romanos tenían años de 10 meses de 30 dias cada uno y tenían que hacer ajustes de días por los frecuentes desfases de eventos astronómicos y de tiempos de cosecha, de esta manera el mes de Julio fue agregado a Julio Cesar y el de agosto a su sucesor Cesar Augusto.
Hasta ahora tenemos claro que los ciclos astronómicos dados por el giro de la tierra alrededor del sol, definían la medición de los años, y la rotación de la tierra definía los días, por su parte las fases de la luna definen los meses ya que el tiempo que transcurre entre dos lunas llenas es aproximadamente de 28 dias, y en el año 321 el emperador Constantito implanto la semana basada en los 7 astros que se conocían en el cielo en ese momento, el domingo (O Sunday en ingles) en honor al sol, el lunes en honor a la luna, el martes en honor a marte, el miércoles en honor a mercurio, el jueves en honor a Jupiter, el viernes en honor a venus y el sábado en honor a saturno.
Pero bueno hasta aquí hemos hablado mucho de la historia occidental, sin embargo existieron muchas otras civilizaciones que, independientemente de los romanos determinaron su propia forma de medir el tiempo. En escocia hay un monolito que data de hace 8.000 años con 12 piedras monolíticas ubicadas con la posición de la luna para cada uno de los meses del año. Siendo el calendario más antiguo encontrado hasta ahora.
Hace 5.000 años los sumerios dividieron el calendario en 12 meses que coincidían con los ciclos lunares y para compensar la diferencia con el año solar, cada cuatro años se añadía un mes “bisiesto” por decirlo de alguna manera.
Hace 3.000 años en Egipto contabilizaron el año de 365 días dividiéndolo en 12 meses de 30 días y dejando 5 días que por no corresponder a ningún mes eran dedicados a festividades y del cual se derive el calendario romano anterior a la implantación del calendario Juliano.
No podía pasar este podcast sin hablar de un calendario muy controvertido y especial, me refiero al calendario maya, que tantos desastres presagio para el 21 de diciembre del 2012, uno de esos dias en los que no se acabo el mundo y de los que espero hablar mas adelante.
Para ubicarlos al respecto les cuento que no existía un calendario Maya, sino tres calendarios, el calendario Tzolkin o divino que media periodos de 260 días para los rituales religiosos, el calendario Haab con 18 meses de 20 dias y 5 dias “Malos” y el calendario de cuenta larga que contemplaba mas de 5.000 años, los calendarios sufrían un desfase fuerte cada 52 años por lo que era necesario incluir todo un año que permitiera ajustar las cifras, poseían entre otro un ciclo conocido como el Baktun que era aproximadamente de 400 años y que en su decimo tercera de ocurrencia finalizaba el 21 de diciembre de 2012.
Aunque la fecha de corte de nuestro calendario es el 31 de diciembre, en el mundo oriental tenemos el calendario chino en el cual llevan la cuenta en el 4718 compuesto por 12 meses de 30 días y cada tes años tiene un mes extra para corregir las diferencias. Y que se celebra entre el 21 de enero y el 21 de febrero. Aunque ya internacionalmente todos los países adoptaron el calendario gregoriano, la tradición del año nuevo chino persiste hasta nuestros días.
Por otro lado los países islámicos tienen un calendario de 364 días dividido en 12 meses, cada mes inicia después de cada luna nueva por lo que la duración de cada mes es diferente, y ellos van en el año 1440. Aunque diferentes corrientes del Islam han agregado variaciones a estas fechas.
Los hindúes por su parte tienen calendarios de 12 meses que varían de 29 a 30 días dependiendo de los ciclos de la luna, iniciando cada mes después del amanecer la luna nueva, aunque dependiendo del sector del sureste asiático donde se aplica y del dios protector de cada comunidad, presenta variaciones.
Pero si hemos de hablar de calendarios asombrosos el hebreo es quizás el mas antiguo, que combina ciclos de luna y sol, y aunque cuenta con 12 meses y cada 3 años tiene 3 meses, la combinación de ciclos solares y lunares hace que cada año tenga un número diferente de días. Según este calendario estamos en el año 5780.
Un detalle curioso es que en Corea del Norte la medición de los años se basa en el nacimiento de Kim Il Sung, abuelo del líder actual Kim Jong Un y en el que se encuentran en el año 109.
Como vemos la medición del tiempo se basa en la observación de los astros, principalmente la luna y el sol, pero y si cambiáramos nuestra forma de medir el tiempo basado en otros astros, por ejemplo marte y la tierra se acercan a su punto máximo cada 686 días, por lo que podríamos inventarnos un calendario marciano con 14 meses de 49 dias.
O tener un calendario mercuriano en el cual cada año tiene 3 meses de 29 días. O una noche cualquiera invitar a nuestra pareja a un picnic bajo las estrellas y destapar una botella de champaña para celebrar el quinto cierre del año jupiteriano de la cuatrigesima era del cometa Halley.