El uso de las redes sociales tiene muchas ventajas; pero poco a poco vamos creando una comunidad a la que alimentamos con demasiada información.
Nuestros problemas son ya de dominio público y por más comentarios o reacciones que puedan tener en nuestras redes, muy pocos se convierten en llamadas empáticas a nuestro dolor.
Cambiamos un porcentaje muy bajo de comprensión real por un muy alto de entretenimiento general.
Apliquemos la regla que te dice que los elogios son en público y los regaños en privado para poner así en redes nuestra felicidad y nuestros problemas dejarlos para otro medio.