En ocasiones el sentirnos vulnerables, débiles o frágiles nos genera mucho miedo al grado de reprimir nuestro auténtico yo con el único fin de conectar con los demás. El problema es que con quienes conectaremos no llegaremos a ningún lado; pues nuestro verdadero yo se quedó atrás.
Con el tiempo te vas dando cuenta que para conectar con quienes realmente nos merece es siendo honesto, aceptando todo lo que está en nosotros; incluyendo lo que a nuestro ver nos muestra débiles.
Seamos pues valientes a mostrarnos tal cual somos; auténticamente imperfecto, con miedos, defectos, inseguridades y así reconocernos con amor, valentía, empatía y alegría.