Alimentamos diferentes tipos de expectativas que van dándole forma a nuestra realidad. El problema empieza cuando estas se separan mucho de la realidad y lo que esperamos y/o deseamos no se cumple.
Desarrollar la capacidad de nivelar las expectativas a una realidad objetiva, nos ayudará a mantener los pies en la tierra y así evitar una caída que duela y sea difícil de sanar.