Vivimos en un mundo lleno de notificaciones, distracciones, ruido, trafico, urgencias, etc.
Estamos sobre estimulados, con agendas llenas, pero desconectados; sobre alimentados, pero desnutridos.
En medio de todo esto, ¿Quién tiene el poder de parar? ¿Quién tiene el tiempo para pensar? Urge cultivar la quietud interior, es lo único que nos puede ayudar a recuperar nuestro balance, nuestra salud, nuestra fuerza y nuestra alegría.
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