TEXTO BÍBLICO: Salmos 146 y 150
TEXTO ÁUREO: Salmo 146.2
«Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino Alabaré a Jehová en mi vida; cantaré Salmos a mi Dios mientras viva».
La alabanza a Jehová se compara con un himno cuyo sonido se intensifica, expandiéndose hasta inundarlo todo con la gloria de Dios. Los instrumentos para alabar no se limitan a los creados por el ser humano; toda criatura viviente, todo lo que tiene aliento, se convierte en una expresión de adoración a Dios. En la clase de hoy exploraremos dos salmos dedicados a la alabanza a Jehová. El primero, el Salmo 146, expone las razones que motivaron al salmista a adorar únicamente a Jehová. También abordaremos el Salmo 150, que une la alabanza ofrecida a Dios en el templo con la adoración que se le brinda en el cielo.
OBJETIVOS
Los participantes de esta clase podrán entender que:
Visite www.eldiscipulo.org para acceder las presentaciones de PowerPoint
Puede adquirir la revista en el siguiente enlace:
El Discípulo: Revista para la Educación Cristiana Transformadora