Dios les bendiga, amados y amadas del Señor. ¡Qué maravilloso es volvernos a encontrar en esta experiencia de reflexión en voz alta, dando gloria a Dios porque Él siempre ha sido bueno! Estamos en tiempo de Navidad y qué muchas cosas podríamos decir acerca del Niño que nació en Belén. Isaías capítulo 9, versículo 2, dice: "El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos". Esta porción es inspiradora. Es una palabra profética dada por Dios a Isaías para un pueblo que repetidamente vivía en incertidumbre y esclavitud, o sea, en tinieblas. Por causa de su desobediencia y pecado decidió vivir en oscuridad. Estaban iluminados sólo por su propia conciencia, pero esta conciencia que apenas alumbra está desconectada de su fuente de luz y verdad. Es una conciencia cuya voz apenas escucha, porque Dios no la rige. No la dirige, no la inspira, no la vitalista.
En esta porción bíblica vemos una experiencia extraordinaria, una promesa maravillosa para todos nosotros. El Señor nos dice que no se olvida, Él no se olvida de su creación, no se olvida de su palabra, no se olvida de sus promesas, no se olvida de su pueblo. El Todopoderoso, El Gran Yo Soy, el Shaddai, ha prometido manifestar poderosamente su presencia entre nosotros y como dice Génesis capítulo 3, versículo 15, es el momento donde se ha de aplastar la cabeza del maligno. Isaías vio de manera anticipada la manifestación de la luz, esa luz que iba a irrumpir en un tiempo histórico, importante lleno de oscuridad, para traer esperanza. Ese es Cristo, es el Emmanuel, el Dios con nosotros. Lucas capítulo 2, versículo 11 y 12, nos dice: "Por qué nos ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador que es Cristo, el Señor, y esto servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Es maravilloso que de manera anticipada el profeta Isaías, qué significa 'Jehová salva', nos estuviera anunciando esa salvación.
Y hoy en el año 2020, a un en medio de circunstancias tan difíciles como las que nos ha tocado vivir donde a nuestro alrededor está y permea la oscuridad, densas tinieblas y la sombra de muerte pretende perseguirnos aún en medio de estos tiempos, debemos recordar que el Emanuel, Dios con nosotros, está en medio de su pueblo para glorificar su nombre. Seamos portadores del mensaje que dieron los ángeles a aquellos pastores: "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz. Buena voluntad para con los hombres". Yo creo que este es un tiempo extraordinario dónde a pesar de las tinieblas y dónde la sombra de muerte parece que nos persigue de cerca, poder decirle al mundo que todavía hoy nace un Niño en algún corazón. De que hoy el Niño de Belén se quiere hacer presente en la vida de aquellos que no tienen esperanza. Qué maravilloso tiempo de Navidad, qué maravilloso tiempo de anuncio. El Señor está con su pueblo, no nos ha olvidado. Se está manifestando en medio del tiempo complicado que nos ha tocado vivir la salvación del Señor. Que Dios les bendiga.