Qué maravilloso es cuando podemos meditar en la Palabra del Señor y ver que ella nos ilustra, nos ilumina, nos desafía. Y nos habla, precisamente, acerca del pensamiento de Dios para nosotros. Eso dice Jeremías capítulo 29 versículo 11, cuando el profeta nos dice: "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor. Pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis." Cuando medito, absolutamente, en aquello que es prácticamente imposible, ciertamente tenemos que pensar en que Dios tiene para nosotros pensamientos de paz. Ciertamente, cuando pienso en que nosotros muchas veces somos tan vulnerables y nos sentimos como ovejas; muchas veces el Señor decía que nos miraba como ovejas que no tenían pastor. Ciertamente esa experiencia nos pone quizás en una posición vulnerable frente al enemigo y frente a la vida.
Yo pienso que la oveja es el único animal que no tiene mecanismos de defensa, no tiene colmillos afilados, no despide olores desagradables para espantar a sus enemigos, no es un animal que vale muy fuerte y tampoco puede correr lo suficientemente rápido como para escapar del peligro. Pero, ¿sabes qué? El Señor nos está diciendo que aún comparándonos y siendo como es quizás la oveja desprovista de muchas cosas, Dios es el Dios fuerte, poderoso, extraordinario, que pone en nosotros un depósito de pensamiento de paz, de bendición y de victoria.
Ciertamente, Él es nuestro pastor, Él tiene para nosotros un pensamiento de vida y esperanza. Vamos a creer en su Palabra, y afirma el día de hoy lo que el Señor te está diciendo a través de esta escritura. Padre esta hora para nosotros es algo tan bello, el que podamos mirar esta palabra y decir: "Señor", afirmar lo mismo que afirmaba el profeta, "Yo sé que los planes y los pensamientos que tienes acerca de mí son pensamientos de paz, de victoria, son pensamientos de bendición, de protección, de afirmación. Yo lo creo Señor amado". Yo estoy segura, que todas las personas que nos están escuchando en el día de hoy también necesitan recibir esta palabra de afirmación. Yo sé que tú les vas a llevar a un lugar de victoria y de reposo. Padre, quizás estamos un poco desprovistos, nos sentimos como la oveja. Ciertamente, no tenemos los mecanismos de defensa que otros animales pudieran tener pero, ¿sabes qué? Yo estoy segura de que tú eres el Dios que nos protege y guarda nuestra vida y nuestro depósito de una forma extraordinaria. De esta manera te bendigo en el nombre poderoso de Jesús. Amén.