Después de explorar historias en tierras lejanas, es hora de volver la mirada hacia lo familiar, literalmente. Para eso escuchamos la tranquila voz de mi tía Carmela, matriarca de la familia, que a pesar de considerarse “la callada del grupo” sabe abordar temas cruciales, como el instinto de supervivencia, la abundancia que implica la salud, o la simplicidad detrás de eso que llaman la felicidad. Un tesoro poder escuchar las reflexiones de esta mujer tan discreta como sólida que, tras toda una vida de pruebas, ha acumulado suficiente sabiduría para entender lo imposible que resulta describir todo lo que uno desconoce.